“EL FUNDAMENTO DE LA MÚSICA.” PARTE 12.
La Gran Decepción.
Penelope Gouk, de la Universidad de Manchester, escribió un maravilloso ensayo titulado «Raising Spirits and Restoring Souls: Early Modern Medical Explanations for Music’s Effects» [« Levantando el espíritu y restableciendo el alma: explicaciones médicas alto modernas a los efectos de la música»]. Por «altomoderno», Gouk quiere decir finales del siglo XVII. En esa época empezaba a asentarse una idea más moderna y científica del universo. El método científico, con sus ensayos y demostraciones, no dejaba espacio —o eso pretendían— para la Armonía de las esferas los espíritus armónicos etéreos. La música tenia que ser explicada por la ciencia; era un síntoma de algo mayor, de algo científico que describiría cómo funciona el mundo físico. Ya no se consideraba la música como motor que lo mueve todo. Lo que novia la música era la física del universo. El universo ya no estaba hechizado y el omnipotente lugar de la música habla sido usurpado por la ciencia.
Los rituales religiosos que en un principio habían proporcionado una razón para la notación de la música empezaron a ser desdeñados también. La ética protestante y la ilustración consideraban superfluo el ritual, tanto el social como el religioso. Muchos rituales fueron postergados, y con mucha música. Pero a la gente le gustan, e incluso necesita, los rituales. Las necesidades no cubiertas de humanidad pedían satisfacción, y la gente acabó encontrando la salida de un entonces nuevo ritual secular y social del que la música formaba parte también. El primer concierto público tuvo lugar en Londres en 1672. Fur organizado por un compositor y violinista llamado John Banister, poco después de ser expulsado de la Banda Real. La entrada costaba un chelín y el publico podia hacer peticiones. ¿Quién osaría afirmar que los conciertos —en salas de ópera, cabarets, clubs de rock o festivales al aire libre—no son rituales? Todos tienen su propia y muy especial serie de conductas prescritas; curan y consagran lazos comunitarios. El ritual asi preservado bajo otro nombre.
El papel de la magia natural en el surgimiento de la ciencia experimental del siglo XVII ha sido objeto de viva controversia durante varias décadas. Ahora Penelope Gouk introduce un nuevo elemento en el debate: cómo la música medió entre estos dos dominios. Argumentando que la práctica musical cambiante en la Europa del siglo XVI afectó el pensamiento inglés del siglo diecisiete sobre la ciencia y la magia, mapea las diversas relaciones entre estas disciplinas aparentemente separadas.
Gouk explora estas relaciones de varias maneras. Ella adopta los métodos de la geografía social para discutir la superposición disciplinaria, social e intelectual de la música, la ciencia y la magia natural. Ella da un recuento histórico del surgimiento de la acústica en la ciencia inglesa, la física armónicamente basada de Robert Hooke, y la posición de los armónicos dentro de la transformación de Newton de la filosofía natural. Y ofrece una galería de imágenes en la que las representaciones contemporáneas de instrumentos, prácticas y conceptos demuestran la forma en que los modelos musicales informaron y transformaron los de la filosofía natural. Gouk muestra que a medida que las características “ocultas” de la música se volvieron sujetas a la nueva ciencia de la experimentación, y cuando sus causas se hicieron evidentes, la magia natural fue empujada fuera de los dominios del discurso científico.
Continuará …
Piensa, Comparte y Opina —Share Please.
Biografia:
Historiador, interesada en la música y sus efectos en las personas en diferentes momentos y lugares. Violinista en La Sale Chamber Orchestra..
Piensa, Comparte y Opina -Share Please.