“Pienso, por lo tanto, existo.” ~René Descartes
Se puede dudar de que hay otras mentes, que los seres humanos tienen cuerpos, incluso que los filósofos son inteligentes, pero nunca se puede dudar de que hay un “yo” que hacer dudar.
La frase latina “cogito ergo sum” (también “Pienso, por lo tanto, existo”) es una propuesta filosófica de René Descartes. El significado simple es que la existencia de una duda, en sí mismo, demuestra que existe un “yo” para realizar el pensamiento.
René Descartes, tal vez el primer gran filósofo moderno, descubrió que gran parte de lo que le fue enseñado por sus maestros jesuitas era dudoso. Así que preocupado por el hecho de que “no existe este tipo de aprendizaje en el mundo sino solo me habían conducido a una dimensión de la esperanza,” así que se puso a buscar los fundamentos sobre los cuales el conocimiento genuino, cuestionable podría fundamentarse y construirse.
En Meditaciones metafísicas, empleó una técnica de duda radical, con el objetivo de identificar al menos una creencia la cual no sería capaz de dudar. Su método consistía en examinar cada una de sus creencias, y después abandonar cada una de ellas las cuales eran propias y posibles de dudar.
De esta manera se demostró que es bastante fácil de poner en duda la verdad de todas nuestras experiencias sensoriales – podríamos estar soñando, y sin embargo no ser conscientes de ello y- lo más desconcertante, que es posible que hayamos sido engañados sobre absolutamente todo, incluso las simples verdades de las matemáticas, por una pared imaginaria. Felizmente, esta técnica también establece que en el acto de dudar, así nosotros mostrasemos que tiene que haber un “yo” que está interactuando con la contienda. Como Descartes dijo, “Cogitoergo sum” (“Pienso, por lo tanto, existo”).
El problema con el método de la duda de Descartes es que la única verdad cuestionable, “yo existo,” no es suficiente para recuperar el conocimiento del mundo y de las matemáticas. Descartes confió en Dios para este truco, entonces él primero prueba que Dios existe y no es un engañador. Si Dios no es un engañador, entonces no estamos engañados sistemáticamente acerca de las cosas que percibimos clara y distintamente. Y del que se sobrevive el escrutinio racional. A partir de aquí, es bastante fácil de rescatar algunas de nuestras creencias sobre el mundo son ciertas.
René estaba seguro de que existía, ¿pero no estaba seguro acerca de los otros?
Ciencia y epistemología
Argumento Circular: Constituido por las bases que se ofrecen en apoyo de una conclusión, que la conclusión no es sí una de las bases.
Aquí está un famoso ejemplo: todo lo que claramente distintivamente percibo es verdad, yo sé que Dios me creó y no es engañador, y lo sé porque yo percibo clara y distintamente la verdad. y todo lo que percibo clara y distintamente es verdad.
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