“EL ARTE DE AMAR DE ERIC FROMM.” CONCLUSIÓN.
En nuestra obsesión por la elección del “objeto de amor,” Fromm afirma; se ha sembrado una especie de “confusión entre la experiencia inicial de ‘caer’ en el amor, y el estado permanente de estar enamorado”, o como podríamos decir mejor, ‘de pie’ “en el amor” —algo a lo que Stendhal se dirigió hace más de un siglo, mucho antes, precisamente en su teoría que habla del amor y de la “cristalización” a lo cual Fromm considera como el peligro de confundir la chispa a la propia sustancia:.
Si dos personas que han sido extrañas, como todos nosotros, son, de repente o que se piense, que se diga: se dejó que cayera el muro entre ellas y se sienten cerca, se sienten así uno del otro, ese momento de unidad es una de las experiencias más emocionantes, más excitantes de la vida. Y es aún maravilloso y más milagroso para las personas que se han apagado, y se han aislado, sin amor. Este milagro de súbita intimidad suele verse facilitado si se combina con, o se inicia, con la atracción sexual y la consumación. Sin embargo, este tipo de amor es, por su propia naturaleza no duradero.
Fromm va a explorar las ideas falsas y mentiras culturales que nos impiden el dominio de esta habilidad humana suprema.
Las dos personas se convierten, se abren y se conocen bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo va a matar lo que queda de la excitación inicial. Sin embargo, al principio no saben todo esto: de hecho, se llevan la intensidad del enamoramiento, siendo esta “locura” del uno y del otro, como prueba de la intensidad de su amor, mientras que sólo se pueden demostrar el grado de su anterior soledad.
[…]
No existe casi ninguna actividad, u otra empresa, en que se hay dicho que se inició con tan tremendas esperanzas y expectativas, y sin embargo, que se diga que falla de manera regular, tanto como en el amor.
La única manera de disminuir este historial de fracaso, Fromm afirma, es examinar las razones subyacentes de la desconexión entre nuestras creencias sobre el amor y la maquinaria real – que se deben incluir en un reconocimiento del amor como una práctica informada y no una gracia inmerecida. Fromm escribe:
El primer paso a tomar es asir conciencia de que el amor es un arte, al igual que la vida es un arte; si queremos aprender a amar debemos proceder de la misma manera que tenemos de proceder si queremos aprender cualquier otro arte, por ejemplo música, pintura, carpintería, o el arte de la medicina o la ingeniería. ¿Cuáles son los pasos necesarios en el aprendizaje de cualquier arte? El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos partes: una, el dominio de la teoría; el otro, el dominio de la práctica. Si quiero aprender el arte de la medicina, primero debo conocer los hechos sobre el cuerpo humano, y sobre diversas enfermedades. Cuando tengo todo este conocimiento teórico, estoy de alguna manera ya competente en el arte de la medicina. Voy a convertirme en un maestro en este arte sólo después de una gran cantidad de práctica, hasta que finalmente los resultados de mi conocimiento teórico y los resultados de mi práctica, se mezclan en uno —mi intuición, la esencia del dominio de cualquier arte. Pero, aparte de aprender la teoría y la práctica, hay un tercer factor necesario para convertirse en un maestro en cualquier arte —el dominio de la técnica debe ser una cuestión de esta preocupación última; no debe haber nada más en el mundo más importante que la técnica. Esto es cierto para la música, para la medicina, para la carpintería— y para el amor. Y, tal vez, aquí está la respuesta a la pregunta de por qué la gente en nuestra cultura trata curiosamente de querer aprender este arte, a pesar de sus fracasos evidentes: a pesar del deseo profundo de amor, casi todo lo demás se considera más importante que el amor: el éxito, el prestigio, el dinero, el poder —así toda nuestra energía se utiliza para el aprendizaje de la forma de lograr estos objetivos, y casi ninguno se decide de aprender el arte de amar.
En el resto de su estudio del arte de amar, Fromm va a explorar las ideas falsas y mentiras culturales que nos impiden el dominio de esta habilidad humana suprema, destacando tanto en su teoría y su práctica con una extraordinaria visión de la complejidad del corazón humano. Complementar con el filósofo francés Alain Badiou sobre por qué caemos y permanecemos en el amor y Mary Oliver en locuras necesarias del amor.
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Biografia:
Alain Badiou: Filósofo, escritor, dramaturgo, novelista y profesor francés nacido en Marruecos, autor de “Teoría del sujeto” (1982), “El ser y el acontecimiento” (1988), “Manifiesto por la filosofía” (1989), “La ética” (1993), “Pequeño manual de inestética” (1998), “Circunstancias” (2004) y “Elogio del amor” (2009).
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