La amistad es una de las relaciones humanas más hermosas. Esta se puede formar en cualquier etapa cronológica de la vida; la edad es irrelevante cuando se trata de formar amigos, y no solo la edad no es relevante, sino que esta relación se da entre personas de trasfondos y pasados muy disímiles. Lo mismo ocurre con el género, o sea que cultivamos la amistad no sólo con nuestros congéneres, sino que también con el sexo opuesto. Y no por ello, significa que uno está enamorado de aquella otra persona, en el sentido romántico del amor. Claro que a veces, se da el caso en que uno amigo se enamora de su amiga. O al revés. Pero también se da, que la amistad puede unir con amor a dos personas de distinto sexo, sin que ninguno de los dos sienta una atracción física o romántica por el otro; por esto a veces si dice que la amistad es un “amor” del más puro.
La amistad (del latín amicus; amigo, que deriva de amore, amar) es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida.
La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo. La verdadera amistad dura toda la vida.
Y si se habla de amor, es porque la amistad, es justamente parte de ello. Es un sentimiento de amor por otra persona. Existe un dicho, que clarifica muy bien, lo que es una amistad, “al amigo se le llama para contarle una buena nueva, pero aparece de sorpresa, cuando la desgracia nos ronda.” Aquella frase, clarifica de excelente manera, lo que es la amistad.
Pero hay una cosa clara, cuando uno conoce a una persona, se siente algo especial, en la medida que creamos que vamos a llegar a ser amigos. Existe un no sé qué, que creo proviene del alma. Ya que entre amigos existe una clara atracción espiritual. Por lo mismo, para hacer amigos, no hay una receta universal. Esta, sola se da. Lo único que hay que hacer, es conocer a distintas personas. Ya que no se puede fabricar una amistad. La mistad no se fuerza. Se da de manera gratuita
Los sabios y poetas de todos los tiempos han exaltado siempre la amistad. Además del amor, se necesita la amistad. Para los filósofos griegos, expresa virtud, es un regalo de los dioses. Aristóteles menciona tres tipos de amistad: por interés, por placer y por el bien; pero sólo la que surge del bien merece llamarse amistad. Para Cicerón y Séneca, la amistad implica armonía, buena voluntad y afecto.
La amistad se demuestra en la preocupación por el amigo, interesándose por su bienestar, por sus problemas y logros. Por esto procura reunirse, comunicarse o convivir con él. Un amigo es el que está en todo momento, el que te levanta cuando estás decaído. Es en la turbación donde la amistad se pone a prueba. Cicerón escribió: “Sólo en el peligro se conoce al verdadero amigo”.
Dentro de cualquier relación de amistad, surgen diversos comportamientos hacia la otra persona. Muchas veces el amigo es “pañuelo de consuelo” frente a una pena del otro. También existe respeto, simpatía, cariño, compañerismo, tolerancia, afinidad de pensamientos, y las mismas creencias valóricas. La mistad no surge de un sentimiento de egoísmo o aprovechamiento. Aquello no es amistad, sino que solamente interés. Todo lo contrario, a lo que se puede pensar respecto de una amistad.
Pero sobretodo, la amistad es una relación, en la cual hay que trabajar. No basta con señalar que uno es amigo de otra persona. Con ello no ocurre nada. La amistad es todo lo contrario, es dedicarse a esa otra persona, destinarle tiempo, para saber de ella, como está, cuales son sus sueños y aspiraciones. Es preocupación y compromiso frente a sus necesidades. Es saber escuchar. Por lo mismo, es que uno no es amigo de todas las personas. Ya que uno no siempre está dispuesto a abrirse y dar el mismo esfuerzo por todos los que nos rodean. Es por ello, que muchas personas que a veces frecuentamos son sólo conocidas, porque sólo los vemos y saludamos, pero no nos damos el tiempo o no nos esforzamos por profundizar aquella relación.
Puede haber relaciones amistosas donde intervienen una persona y otro tipo de “personalidad” (ángeles, santos) o de una forma animal. Por ejemplo, algunas personas catalogan como amistad a su relación con un perro, no en vano a éste último se le conoce como “el mejor amigo del hombre.” También se puede dar la amistad incluso entre dos o más animales de especies distintas, aunque es una relación sin el uso del razonamiento y la libertad de pensamiento humana.
Cultura popular
Las relaciones de amistad han sido profusamente narradas, tanto en el mundo de la literatura como en el cine y la televisión, a grado tal que si bien un listado verdaderamente completo sería imposible, pero es fácil identificarlas en casi cualquier obra. Don Quijote y Sancho Panza, Sherlock Holmes y Watson, los Tres Mosqueteros, Butch Cassidy y Sundance Kid, son ejemplos variados de diversos tipos de amistades entrañables exhibidas en la literatura. En el mundo del cine y la televisión se puede hallar desde los clásicos como El gordo y el flaco, Los tres chiflados, C-3PO y R2-D2, hasta la serie de televisión estadounidense de Friends, comedia que giraba en torno a las relaciones de seis amigos.
Origen del Día del Amigo
Durante el Siglo XX, fueron varias las iniciativas para la celebración de un Día de la Amistad, en distintas partes del mundo. En Estados Unidos y partes de Asia, se divulgó el primer domingo de agosto como día de entrega de saludos y presentes entre amigos, y celebraciones similares se conformaron en distintos países de Sudamérica y Europa, en distintas fechas. En países como Argentina, Uruguay y Paraguay, el Día del Amigo se encuentra profundamente arraigado en la sociedad. La iniciativa para el establecimiento de un Día del Amigo internacionalmente reconocido tuvo un antecedente histórico llamado Cruzada mundial de la amistad que fue una campaña en favor de dar valor y realce a la Amistad entre los Seres Humanos, de forma que permita fomentar la Cultura de la Paz. Fue ideada por el Doctor Ramón Artemio Bracho en Puerto Pinasco, Paraguay en 1958. A partir de dicha idea, se fijó el 30 de julio como Día de la Amistad.
Día del Amigo
El Día del Amigo es un día propuesto para celebrar la amistad. En Brasil, Uruguay, Argentina y España la propuesta más difundida es la del día en que el hombre llegó a la Luna (20 de julio de 1969).
Sin embargo. El 27 de abril de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas resolvió finalmente invitar a todos los países miembros a celebrar el Día Internacional de la Amistad el 30 de julio de cada año, siguiendo la propuesta original promovida por la Cruzada mundial de la amistad. El 27 de abril de 2011, durante el Sexagésimo quinto período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dentro del tratamiento de la Cultura de Paz, se reconoce “la pertinencia y la importancia de la amistad como sentimiento noble y valioso en la vida de los seres humanos de todo el mundo” y se decide designar cómo Día Internacional de la Amistad al 30 de julio de cada año, en concordancia con la propuesta original promovida por la Cruzada mundial de la amistad. La iniciativa fue presentada conjuntamente por 43 países (incluyendo a España y a casi todos los países de Sudamérica), y aceptada unánimemente por la Asamblea General. La sociedad ha aceptado este día en su sentido originario. Se instaló esta fecha como una ocasión especial para estar con amigos, para salir de fiesta con ellos, para llamar o escribir a los que están lejos, para revivir amistades que agonizan por falta de atención, para recordar a los amigos que se fueron y proponernos mejorar nuestra relación con los que aún están con nosotros. Notese que esta celebración no tiene nada en común con El Día de San Valentin la más comercial celebración de todas.
El concepto de amistad
Basta con que alguien nos declare su amistad para considerarlo un amigo? Quiénes son nuestros verdaderos amigos y quiénes no? Cómo distinguir a los amigos sinceros de aquellas personas que sólo fingen su amistad para obtener algún beneficio? Para responder todas estas preguntas, es necesario reflexionar sobre la amistad: qué significa, cómo se expresa, cuáles son sus requisitos. Estaremos siendo buenos amigos? Son nuestros amigos todos aquellos que dicen serlo?
La amistad surge cuando dos o más personas desarrollan un afecto mutuo, desinteresado e incondicional. Un amigo se asemeja a un hermano, pero existe una diferencia fundamental: los amigos no nos vienen dados, podemos elegirlos. En este punto se encuentra la clave del asunto. Los amigos tienen tanta importancia en nuestras vidas justamente porque se trata de relaciones que nosotros mismos decidimos crear y mantener a cada instante. Nada ni nadie nos obliga a soportarlos, como sí puede suceder con ciertos parientes. Por el contrario, la amistad se genera cuando dos personas se eligen mutuamente para compartir parte de sus vidas: experiencias, intereses, conocimientos, actividades, etc.
Es muy difícil encontrar una buena definición de amistad, capaz de agotar toda la complejidad de semejante concepto. Algunos la conciben como “una virtud que nos lleva a una relación sólida, profunda, desinteresada y recíproca con otra persona.” Para la Real Academia Española, consiste en el “afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.”
Características de una relación de amistad
Confluencia de las voluntades para establecer y mantener un vínculo de afecto recíproco y confianza mutua. La amistad unilateral no existe. Es una farsa. Si el afecto y la confianza no son recíprocos, no puede haber amistad. Para que exista amistad, es imprescindible que todas las personas involucradas experimenten el deseo de crear ese vínculo. Porque no sólo se trata de crearlo: también se debe mantenerlo, y eso es quizás lo más complicado y apasionante a la vez. Las verdaderas amistades se asemejan a las plantas: requieren cuidado, y se van marchitando si no se las atiende debidamente.
Continua actualización, recreación y redefinición. La amistad no es algo estático. Como toda relación humana, varía con la experiencia y el trato cotidiano. Luego de una charla, de compartir una experiencia, seguimos siendo amigos, pero nunca de la misma manera que antes. Cada nueva palabra, cada reacción, cada contestación, cada nueva experiencia compartida va forjando una historia común, que será tenida en cuenta por los amigos en sus futuros intercambios. Entonces, la amistad es una relación que está constantemente actualizándose: se recrea y se redefine constantemente, para mejor o para peor.
Permanece a lo largo del tiempo, el espacio y los cambios personales. La amistad genuina es indisoluble. El amigo temporario no es un amigo, es otra cosa. Durante el crecimiento físico y mental, vamos cambiando muchas cosas, pero no a los verdaderos amigos. Los amigos de verdad pueden tener profundos desacuerdos, que provoquen apasionadas discusiones muy enriquecedoras, pero tales diferencias jamás resultarán tan grandes como para amenazar la continuidad de la relación amistosa. Antes que el orgullo por tener la razón, siempre se impondrá el afecto, la tolerancia y la aceptación del otro tal como es. Entonces, la amistad no puede más que crecer a lo largo del tiempo, a medida que los amigos van teniendo ocasión de conocerse y comprenderse mejor. Tampoco la distancia amenaza a una amistad verdadera: dos amigos siempre se sentirán cerca uno del otro, se encuentren donde se encuentren, y siempre hallarán la forma de mantener el contacto y la vitalidad del vínculo.
La Amistad debe ser desinteresada. De lo contrario, no hay amistad sino manipulación. La amistad es incompatible con el interés, egoístamente entendido. No busca el beneficio propio, sino el enriquecimiento común. En la amistad, se ve al otro como persona, y se siente interés por conocerla a fondo. En la manipulación, el otro es visto como un instrumento, como una cosa útil a mis propósitos. Las relaciones de manipulación son en muchos casos válidas y necesarias en la vida social, pero jamás no deberían ser confundidas con relaciones de amistad, porque no lo son, ni se le parecen. La amistad debe darse siempre de igual a igual, sin que uno esté dominando ocultamente al otro para sacar una ventaja. El típico caso de una falsa amistad es el de los intercambios que siempre se orientan en un solo sentido: uno siempre da (afecto, bienes, favores, etc.) y el otro siempre recibe, cuando en una amistad verdadera los roles de dador y receptor se intercambian constantemente. Otra forma de manipulación, quizás más oculta e inconsciente, ocurre cuando una persona busca la amistad de otra porque cree que eso la ayudará a superar algún problema personal, a posicionarse mejor en ciertos ámbitos, a relacionarse con la gente que rodea a esa persona, etc. Por ejemplo, si una persona trata de hacerse amiga de gente extrovertida para superar su timidez, no busca amigos sino instrumentos. Lo mismo ocurre si me hago amigo de una persona para tener ocasión de tratar a alguien que conviva con ella. Entonces, no hay amistad verdadera si la causa de la unión es el interés individual, sea del tipo que sea.
Puede basarse en intereses y metas comunes. Muchas veces, la amistad se alimenta de cierta cantidad de ideas, objetivos, prioridades, opiniones e intereses, pero estos tienen que ser compartidos. Casi siempre, los amigos comparten filosofías de vida, posiciones políticas, nociones sobre el bien y el mal, etc. Estas coincidencias de fondo hacen tolerable cualquier diferencia superficial y generan una sensación de complicidad que fortalece la amistad.
Enriquece a ambos. El resultado de una amistad es siempre el beneficio mutuo. Los amigos se ven como iguales, y se ayudan a crecer. Cuando se establece una verdadera relación de confianza, las críticas constructivas de nuestros amigos nos ayudan a mejorar, a desarrollar nuestras potencialidades contando con el juicio sincero de alguien que nos aprecia y que quiere lo mejor para nosotros. La mirada de un amigo siempre complementa y enriquece la mirada propia. El amigo nos presta sus ojos para ver nuestra realidad desde una óptica diferente.
Genera un compromiso, un deseo de pasar tiempo juntos y agrado por compartir ideas, gustos y experiencias.
Despierta un interés y una preocupación genuina. Cada amigo experimenta el deseo de mantenerse al tanto de lo que le pasa al otro: su bienestar, sus problemas, sus logros. Se está atento para apoyarlo cuando haga falta, para celebrar lo que le ocurra de positivo, para apuntalarlo cuando esté por caer.
Empatía y espontaneidad. Un verdadero amigo tiene una poderosa voluntad de comprender al otro, de ver por qué actúa como lo hace, y de qué formas puede ayudarlo a mejorar. Este interés por descubrir y conocer más profundamente al amigo genera un clima de no agresión, en el que ambos pueden hablar sin miedos y sin temor de ser reprendidos por ser quienes son y pensar como piensan. Entre amigos se puede hablar y actuar con naturalidad, minimizando los frenos sociales que normalmente surgen por temor al rechazo en relaciones de menor confianza e intimidad
Un Buen Amigo Es……..
Generoso. Hace de todo por su amigo sin esperar nada a cambio. Su fin es verlo bien, ayudarlo a crecer, darle una alegría, independientemente de que exista o no una retribución posterior. Entre amigos no hay deudas de favores, porque nadie lleva un registro de lo que se da y lo que se recibe. Se da con gusto, y se recibe con agradecimiento. Y así como no existen las deudas de favores, tampoco las venganzas y los rencores, porque nadie deja pasar algo que molesta sin plantearle al otro el problema y resolverlo.
Sincero, transparente, honesto, confiable. La amistad supone un máximo nivel de confianza recíproca. Los verdaderos amigos se tienen toda la confianza. Ni siquiera piensan en la posibilidad de que la otra persona no esté siendo honesta o sincera. Un amigo “pone las manos en el fuego” por su otro amigo, porque confía profundamente en él. Además, los amigos son importantes porque nos dan un punto de vista sincero. Ellos quieren nuestro bien, por lo cual no serán capaces de ocultarnos verdades dolorosas o aquellas cosas que a veces no queremos escuchar.
Fiel, leal. Se comporta de la misma manera en presencia y en ausencia de su amigo. Lo defiende ante otros si es necesario. No habla mal de él a sus espaldas.
Comprensivo. Escucha a su amigo con atención, trata de comprender sus motivos. Intenta analizar las cosas como las piensa él, y busca darle un aporte propio para ensanchar sus horizontes. Si cometió un error, lo consuela, no lo reprende. No intenta imponerle su punto de vista, sino extender el que ya tiene aportando nuevas perspectivas. Lo acepta como es, y no le exige que sea como a él le gustaría que fuera. Aprecia sus virtudes y defectos, e intenta ayudarlo tanto a acrecentar esas virtudes como a superar esos defectos.
Servicial y solidario. Está siempre dispuesto a hacer lo que sea necesario para ayudar a su amigo y verlo bien. Permanece atento a sus necesidades y dedica tiempo para ayudarlo a satisfacerlas.
Respetuoso. Escucha la palabra y las razones del otro con atención. Respeta su integridad, sus ideas, su actitud y su comportamiento.
Incondicional. Lo es en todo momento, en las buenas y en las malas. Un amigo es aquel que no está sólo cuando las cosas van bien.
He aqui algunas frases sobre la Amistad.
“Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere.” ~Elbert Hubbard
“Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan como estamos y se esperan a oír la contestación.” ~Ed Cunningham
“El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.” ~Len Wein
“Los amigos son como la sangre, cuando se está herido acuden sin que se los llame.” ~Anónimo
“La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno.” ~Erasmo de Rotterdam
“No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor.” ~Plutarco
“La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.” ~Marco Tulio Cicerón
“Vale la pena conocer al enemigo; entre otras cosas por la posibilidad de que algún día se convierta en un amigo.” ~Margaret Thatcher
Hasta la próxima!
Algunos Textos de este articulo fuerón extraidos del Especial día del Amigo de Martín Grosz (Periodista. Lic. en Comunicación Social)