De Músicos, poetas y… filósofos, todos tenemos un poco

Publicado 17 May 2012, 1:23 pm

“No es filósofo quien teniendo una filosofía en la cabeza no la tiene además en el corazón.” ~Arturo Graf (1848-1913), Escritor y poeta italiano.

Poesía

¿Poesía… En este mundo en la era de la velocidad, la información, el stress y lo rápido de la vida diaria?

Ser filósofo y poeta, es lo que Arturo Graf, en realidad sugiere ser en esta frase.

El filósofo es aquel que se rinde ante la capacidad de asombro. Haciendo referencia a la frase de Arturo Graf, entonces tendríamos que decir que un poeta es un escritor dedicado a escribir poesía. Y ¿qué es la poesía? La poesía es una manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra.

La fusión de ambos nos da como resultado entonces, el amor y admiración por la persona, el profundo amor por el todo.

¿Cuál sería nuestro método, cómo se conduce a ser filosofo y poeta? Lo primero es acceder a la antropología del pensamiento, y por supuesto, sería a través de la reflexión del asombro y de la palabra, de la poesía.

¿Poesía y filosofía… En este mundo que estamos en la era de la velocidad, la información, el stress y lo rápido de la vida diaria?

¿Por qué es tan importante? ¿Qué necesidad tenemos de la filosofía?

¿Qué es la filología? La filología “amor o interés por las palabras,” se ocupa del estudio de los textos escritos, a través de los cuales intenta reconstruir, lo más fielmente posible, el sentido original de los mismos con el respaldo de la cultura que en ellos subyace.

¿Qué es un filólogo? El filólogo se sirve, por tanto, del estudio del lenguaje, la literatura y demás manifestaciones escritas, en cuanto constituyen la expresión de una comunidad cultural determinada. También comprende el estudio de las lenguas y la cultura de sus hablantes.

La palabra, necesariamente en la vida permite comunicarnos, explorar la riqueza del castellano, que nos une a lo largo y ancho de Hispanoamérica.

Así entonces, tenemos la riqueza de la palabra por descubrir la vía a la descripción del asombro de las cosas. ¿Entonces que resulta de estas puntualizaciones? ¿A dónde nos lleva el hilo conductor? ¿Conceptualmente qué comunica?

¿Qué preguntas corren por las venas de un poeta, que lo ayuda a comprender el correr de un arrollo, como comprende las miradas, las estrellas?

ese lugar

Necesitamos tanto en éste mundo retirarnos a ese lugar, para poder desarrollar el centro espiritual por medio de la contemplación estética y poética.

Necesitamos poner en palabras y en entendimiento, aquello que sentimos y a veces un ensayo, un estudio literario se queda corto a algo que solo la poesía puede describir y ligarlo a ese hilo conductor. Algo similar a lo que la pintura o la música pueden llegar a describir. Aquello, lo más profundo que sentimos expresar, acortar con las palabras ese sentimiento.

La serenidad es el refugio del escritor, del poeta. Sentado en el monte, a la orilla de un arroyo, sentado sobre la barca. Siempre con la actitud de buscar el momento y retirarse como a la oración del pensamiento, como a la meditación, como a la entrega del trabajo teórico, al trabajo del intelecto, al trabajo poético.

Necesitamos tanto en éste mundo retirarnos a ese lugar, para poder desarrollar el centro espiritual por medio de la contemplación estética y poética. Esto es un paso clave del desarrollo antropológico (relativo a la ciencia que trata de los aspectos biológicos del hombre y de su comportamiento como miembro de una sociedad). De los valores de la inteligencia y la voluntad.

Actualmente, en las escuelas elementales (algunas) existe un desfase, ya que la educación se da solamente en la escritura y la matemática, dejando a un lado la condición artística, esa contemplación natural de las cosas. Si el presupuesto se reduce, de inmediato se descartan los programas de arte, música, pintura, etc. Se trunca la espiritualidad humana. Es un elemento que no se debe de perder en la vida, darse ese elemento creador ese espacio sagrado.

¿Cuál es el elemento importante de la poesía? Es propiamente el desarrollo del lenguaje de la imaginación y de nuestros sentimientos, para poder llegar a lo más profundo del corazón del hombre.

Es muy importante entonces en la lectura del pensamiento poético, la entonación, las pausas, las comas, los silencios, el hilo conductor del pensamiento.

Muchas veces la poesía no se comprende inmediatamente. Pero poco a poco, va adquiriendo sentido. En una obra poética a veces necesitamos que alguien nos explique la obra. Otras veces juntarse con tu mejor amigo o amiga y leer juntos es lo mejor.

Algunos pasos para el leer y disfrutar un poema:
Primero: Comprender en realidad que dice.
Segundo: Adentrarnos y descubrir que es lo que el autor mismo está diciendo.
Tercero: Una y otra vez encontrarnos con la riqueza y el asombro del autor.

La capacidad del asombro

No perdamos La capacidad del asombro. Nos podemos situar frente a una ventana. Los sonidos, los olores, etc.

Cuantas veces decimos: “Yo leí un libro de tal autor y la película no se compara, no le hace justicia al libro. El libro esta mil veces mejor.” Algunas personas, solo esperan la película. A tal efecto: ¿dónde queda la imaginación? Ya que el reto es ver la obra desde nuestra subjetividad, nuestra imaginación, lo que el autor escribe me permite a mi crear ese mundo maravilloso, que el con palabras me está describiendo y entonces nos sitúa ahí en el lugar de la reflexión, donde vemos el mundo natural en medio del asombro.

Ejemplo:
Esa bahía del bosque baja
al ritmo de arroyo de montañas.
En ese ritmo te revelas
verbo eterno.

Que admirable es tu silencio
en todo, desde que se manifiesta
el mundo creado
que junto con la bahía  del bosque
por cada cuesta va bajando.

Todo lo que arrastra la cascada
Argentina del torrente que cae arrítmicamente
desde las alturas, llevando su
propia corriente.
¿llevando? ¿a dónde?

¿Qué me dices arroyo de montaña?
¿En qué lugar te encuentras conmigo?
¿En qué lugar nos parecemos?
Conmigo también que voy de paso
semejante a ti…

¿Semejante a ti?
¿Semejante a aquello no persona?
¿A aquella cosa?
déjame parar aquí
déjame parar en el umbral.
Momento, detengámonos, parémonos

Al caer el torrente no se asombra
¡Para!
En mi esta el sitio del encuentro
En mi esta el puerto
¡Para!
Este parar tiene sentido
¡Tiene sentido!

Esta poesía tiene una espiritualidad que nos lleva y nos eleva a la espiritualidad misma, tiene esa capacidad de llevar nuestro espíritu al asombro, embelesarnos a lo máximo, a la perfección de la reflexión del asombro de la meditación.

Esta poesía nos permite englobar lo que es la obra del filósofo poeta, la experiencia comunal, dónde se observa el ser personal y la grandeza y la maravilla del asombro que es nuestro vértice de este legado. Nos ayuda a entendernos como personas, a entrar en el dialogo, en la profundidad del pensamiento en nuestra cultura, con un aliento de perspectiva personal del amor desde la dualidad antropológica.

Para tener la dicha del asombro no se lo preguntes a los filósofos contemporáneos, pregúntaselo a Miguel Ángel, Da Vinci y a aquellos que lo describen a través de sus pinturas, en la búsqueda al ser individual.

 

“El principio es invisible y el final también”. ‘La visión es el último juicio,’ una litografía para hundirse en esa visión.” ~Isaac Asimov

 

Necesitamos tomarnos el tiempo, darnos el tiempo a la filosofía y el entrenamiento a la poesía. Aunque para algunos sea encontrada dulce y empalagosa.

Lee, piensa, comparte y opina.