“EL FUNDAMENTO DE LA MÚSICA.” PARTE 9.
¿ME SIENTES?
Tal como se pueden imaginar, el sistema neuronal reflejo se activó en los músicos examinados, pero sorprendentemente, se activó en los no músicos también. El grupo de la UCLA sostiene que todos nuestros medios de comunicación —auditivos, musicales, lingüísticos, visuales— tienen actividades motoras y musicales en su raíz. Leyendo e intuyendo esas actividades motoras conectamos con las emociones subyacentes. Nuestro estado físico y nuestro estado emocional son inseparables: al percibir uno, el observador puede deducir el otro.
La gente baila con la música, y los reflejos neuronales podrían explicar por qué oír música rítmica nos incita a vernos, y a movernos de maneras muy concretas. La música, más que muchas de las artes, activa una multitud de neuronas. Multiples regionales del cerebro que se disparan al oír música: musculares, auditivas, visuales, lingüísticas. Por esto algunas personas que han perdido completamente su capacidad de lenguaje pueden aún articular un texto cantándolo. Oliver Sacks escribió acerca de un hombre con una lesion cerebral que descubrió que para llevar a cabo sus rutinas cotidianas podia arreglárselas cantando, y sólo así era capaz de completar areas sencillas como vestirse. Melodic intonation Therapy es el nombre de un conjunto de técnicas terapéuticas basadas en ese descubrimiento.
Ademas, las neuronas reflejo son adivinatorias. Cuando observamos una acción, una postura, un gesto o una expresión facial, nos hacemos una idea precisa, basada en nuestra experiencia pasada, de lo que va a suceder a continuación. Algunos aquejados del síndrome de Asperger quizá no puedan intuir tan bien como otros todos esos significados, pero estoy seguro que no soy el único que ha sido acusado de no captar lo que para otros son pistas o señales obvias. Pero la mayoría de la gente capta por lo menos un gran porcentaje de ellas. Quizá nuestro innato amor por la narración tiene cierta base adivinatoria neutral; hemos desarrollado la capacidad de intuir hacia dónde se dirige una historia. Lo mismo con una melodía. Percibimos las subidas y las bajadas emocionalmente relevantes de una melodía, las repeticiones, los crescendos, y nos hacemos expectativas que serán confirmadas o ligeramente redirigidas dependiendo del compositor o del interprete. Tal como señala el investigador de la ciencia cognitiva Daniel Levitin, un exceso de confirmación —cuando algo ocurre exactamente como la vez anterior— hace que nos aburramos y nos desconectemos. Las pequeñas variaciones nos mantienen alerta, y sirven también para atraer la atención en momentos musicales cruciales en la narración.
Continuará …
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Biografia:
Oliver Wolf Sacks, CBE, FRCP (9 de julio de 1933 – 30 de agosto de 2015) fue un neurólogo británico, naturalista, historiador de la ciencia y autor. Nacido en Gran Bretaña, y sobre todo educado allí, pasó su carrera en los Estados Unidos. Él creyó que el cerebro es la “cosa más increíble en el universo.” Él conocía extensamente como para escribir historias de tipo de best-selling’s sobre sus pacientes y sus propios desórdenes y experiencias inusuales, con algunos de sus libros adaptados para las obras de los grandes dramaturgos, largometrajes, cortometrajes de animación, ópera, danza, bellas artes y obras musicales del género clásico.
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