“Existen dos causas que producen todas las confusiones, no decir lo que pensamos y no hacer lo que decimos.”~Angeles Arrien
La confianza como el amor y la libertad son valores y factores muy importantes en el lineamiento y desenvolvimiento de nuestras vidas, ya que conllevan en si mismos, elementos humanos esenciales éticos y espirituales, que una vez adheridos a nuestra manera de ser y de vivir, podemos porque no? Sentirnos completos. Es necesario por supuesto hacernos la pregunta de que es cada uno de ellos, estar conscientes y llevarlos a la practica. Todos sabemos que la confianza es importante sobre todo cuando algo falla.
La cuestión es cómo entendemos la confianza.
No basta aceptar y darnos de que existe la confianza, la cuestión es cómo entendemos la confianza. Y más importante aún. Cómo podemos construir confianza en ves de solo aceptar que es importante como tal.
Construir confianza empieza con un tremendo y honesto entendimiento de ella. Pero no dejemos a un lado que entender la confianza esta basada ineludiblemente en una enorme dosis de disciplina y constancia. Por así decirlo, requiere de rutinas y prácticas diarias. Sin estas prácticas y disciplinas el entendimiento de la confianza se convierte en nada.
Tanto en los núcleos de las esferas políticas como en las empresariales, constantemente se a cabo largos y tediosos seminarios por días y hasta semanas y con consultores “especializados”
que solo motivan a la gente a moverse hacia un lado cultural. Pero no logran más que una mera motivación que no produce a largo plazo los requerimientos deseados.
Construir confianza empieza con un tremendo y honesto entendimiento de ella.
Para llevar realmente a cabo estos preceptos, hay que llevar a cabo una practica diaria, para esperar verdaderos logros es necesario poner el cuerpo en la confianza del día a día, esencialmente en todo comportamiento. Necesitamos literalmente abrazar la confianza y enchufarla nuestros estados de ánimo y a la fábrica sentimental y emocional de nuestras vidas. Pero aun así todos sabemos que también la clave de la confianza es propiamente la acción y, en particular, el compromiso:: llámese compromiso hecho y compromiso honrado.
A través de varias décadas de experiencia en consultoría y en pareja, se ha venido desarrollando mas y mas el conocimiento de tan valiosa acción. El problema de la confianza ha emergido claramente como el trasfondo medular lógico en las relaciones humanas y organizaciones corporativas. Así en el diván podríamos expresar parejas preocupándose de su performance sexual, de la perdida de su habilidad comunicativa, de su inhabilidad para los acuerdos y decisiones financieras, y a veces su no deseo de compartir experiencias del trabajo.
Es muy fácil predecir que si dos personas no confían mutuamente, tendrían tantos problemas sexuales, como de comunicación, y eso desencadenaría una ola de culpabilidad de ambos sin ver donde esta el dilema central. Al no tener comunicación y confianza al fallar en hacer y honrar compromisos el uno para el otro, transformarían sus vidas en rutinas cotidianas y extremadamente viciosas y llevarían su relación al rompimiento inquebrantable.
Durante los seminarios y conferencias de las corporaciones, se desarrolla todo tipo de capacidades y actitudes de motivación. Pero lo que falta a la mayoría de las corporaciones es la falta de confianza. Los empleados no confían en su supervisor o manager. Pueden incluso no confiar mutuamente los unos en los otros.
La confianza es propiamente la acción y el compromiso.
Los managers regularmente y con singular alegría practican “cordial hipocresía” generando así una cultura de desconfianza. Los ejecutivos de alto rango también juegan este juego muchas veces. Las compañias que mejor funcionan son donde se construye confianza y armonía, enseñandola a toda la organización o empresa.
La confianza transforma a las personas y las hace crecer y evolucionar.
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