“No hay más que un pensamiento negativo o acción negativa que te separa de tu lugar feliz.” ~J. Charest
Dentro de cada uno de nosotros existe un lugar feliz. Un lugar donde puedes encontrar la paz, la tranquilidad y la armonía. Un lugar donde realmente el arte de vivir cobra verdadera razón de ser y de vivir. ¡Vivir la vida!
Nadie está destinado a revolcarse en la negatividad, a quedarte corto en tus propias expectativas o las expectativas de tu familia o a renunciar en desacuerdo con tus talentos y habilidades únicas.
¡Se te dio esta vida para vivir plenamente y en tu lugar feliz!
Trata de practicar día a día y de convencerte a ti mismo de que vives en un lugar feliz. Una vez allí, vive plenamente cada día. Hazlo diariamente.
Entonces, así no sólo te comprometes en vivir una vida entera, sino es también posible que algún día, seas una inspiración para tu familia o alguien cercano.
¿He encontrado la felicidad?
La felicidad es un estado mental, pero también lo puedes encontrar en un destino particular. Analiza y seguro lo encontraras. En donde te sientes más a gusto: con un clima templado, en bonitos restaurantes, con buena comida, viendo como se mueve y se vive en una metrópoli, por ejemplo.
Empaca tus maletas con entusiasmo. No necesitas de ser millonario o tomar unas vacaciones “estelares.” Lo único que tienes que hacer es saber llevar tu proyecto de vacaciones y optimizarlo al máximo.
Primero: planea tus vacaciones y ponlas en tu calendario. Aunque sea meses o semanas de anticipación. En realidad es parte de todo sentirte emocionado y reaccionar con euforia. No hay nada de malo en sentir el gusto de saber que vas a ir de vacaciones.
Segundo: date tiempo para llevarla calmado. Llevarla muy muy relajado te ayudara a pasar tus vacaciones mucho mejor: ¡relax, relax! Mantén tu buena vibra. No programes muchas actividades, una tras de otra y saturar tu calendario de actividades por hacer.
Tercero: hazlo a tu manera. No importa que tan planeado pueda estar tu viaje, elige realmente o re-planea. Escoge en lo que sientas que te puede gustar más y que realidad te satisfagan tus actividades. Eso es si tuvieras que seguir algún itinerario. Estudios comprueban que cuando decides hacer lo que te gusta, con responsabilidad y decisión propia, te da una extra dosis de satisfacción o felicidad.
Cuarto: interrumpe cuando te sientas a gusto. ¡Así es, lo escuchaste bien! Está demostrado que después de cierto tiempo de estar tirado en la arena, por ejemplo, te enfada, así que de pronto interrumpir tu actividad y hacer algo como ir a la oficina de correos, etc…En realidad somos criaturas muy adaptables a estar en actividades donde estamos a gusto, y, que de repente, ya no le encontramos el gusto. Entonces puedes hacer un pendientito – por cinco minutos- y así renovaras tu interés y apreciaras mas tus vacaciones y por estar relajado y disfrutando.
Quinto: Concluye tu viaje con una nota alta de calificación. Por ejemplo, hacer una gran cena o cualquier evento especial. Por naturaleza tendemos a juzgar no sólo por sus momentos extremos, sino como concluye este periodo vacacional.
Sexto: Regresa con tus vacaciones a tu casa. No quiere decir traer souvenirs. Trata de hacer siempre una actividad que te guste por ejemplo; una lección de surfing, aprender de cómo preparar un platillo o una bebida o…¡aprender cómo preparar mejor un mojito!
De esta manera al regresar a tu labor diaria, cualquier momento lo podrías aprovechar para poner en práctica alguna actividad de las que aprendiste en tu viaje. Inténtalo y vive feliz.
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