Es el Amor un Arte?

Publicado 17 Nov 2011, 11:02 am

Es el amor un arte - foto 1Es el amor un arte?

Si es así, en tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. O es el amor un sentimiento que nos causa una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión del azar, algo con lo que uno “tropieza” si tiene suerte?

En realidad esto sonara algo extraño para muchos si en verdad el amor es un arte. Todos sabemos que cualquier cosa en la vida debe ser aprendida y no llevada a cabo sin saber de que se trata, si usamos esta ideología, para poder dominar cualquier cosa que queramos primero hay que pasar por varias etapas desde saber de que se trata, poder dominar el tema y luego aplicar lo aprendido y esperar tener resultados favorables y no negativos suena lógico no?

Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se les ame, y no cómo ser dignos de amor.

Todos estámos sedientos de amor; vemos innumerables películas basadas en historias de amor felices y no tan felices, escuchamos centenares de canciones que hablan del amor, y sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor.

Pero para alcanzar ese objetivo, hay que seguir varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, y llegar a ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, dependiendo de lo que el ambiente social valore más en ese momento y lugar. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para “ganar amigos e influir sobre la gente. En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y “sex-appeal.”

Es el amor un arte - foto 2La gente cree que amar es sencillo y que lo difícil es encontrar la persona apropiada para amar o para ser amado por él o ella. En las últimas generaciones el concepto de amor romántico se ha hecho casi universal en el mundo occidental, si bien no faltan consideraciones de índole convencional, la mayoría de la gente aspira a encontrar un “amor romántico,” a tener una experiencia personal del amor que lleve luego al matrimonio. Ese nuevo concepto de la libertad en el amor debe haber acrecentado enormemente la importancia del objetivo frente a la de la función.

Hay en la cultura contemporánea otro rasgo característico, estrechamente vinculado con ese factor. Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable. La felicidad del ser humano moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. Una mujer o un hombre atractivos son los premios que se quiere conseguir. “Atractivo” significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. Las características específicas que hacen atractiva a una persona dependen de la moda de la época, tanto física como mentalmente.

De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el “objeto” debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor “objeto” disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante- no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.

Otro error que lleva a suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, radica en la confusión entre la experiencia inicial del “enamorarse” y la situación permanente de estar enamorado o, mejor dicho de “permanecer” enamorado. Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como lo somos todos, dejan caer de pronto la barrera que las separa y se sienten cercanas, se sienten uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y excitantes de la vida. Y resulta aún más maravilloso y milagroso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas, sin amor.

Ese milagro de súbita intimidad suele verse facilitado si se combina o inicia con la atracción sexual y su consumación. Sin embargo, tal tipo de amor es, por su misma naturaleza, poco duradero. Las dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la excitación inicial. No obstante, al comienzo no saben todo esto; en realidad, consideran la intensidad del apasionamiento, ese estar “locos” el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuando sólo muestra el grado de su soledad anterior.

Esa actitud -que no hay nada más fácil que amar- sigue siendo la idea prevaleciente sobre el amor, a pesar de las abrumadoras pruebas de lo contrario. Prácticamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectaciones, y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor. Si ello ocurriera con cualquier otra actividad, la gente estaría ansiosa por conocer los motivos del fracaso y por corregir sus errores o renunciaría a la actividad. Puesto que lo último es imposible en el caso del amor, sólo parece haber una forma adecuada de superar el fracaso del amor, y es examinar las causas de tal fracaso y estudiar el significado del amor.

El primer paso a dar es tomar conciencia de que el amor es un arte como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingeniería.

Cuáles son los pasos necesarios para aprender cualquier arte incluida la del amor?

El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos partes: una, el dominio de la teoría; la otra, el dominio de la práctica. Por ejemplo, si quiero aprender el arte de la medicina, primero debo conocer los hechos relativos al cuerpo humano y despues las diversas enfermedades.

Una vez adquirido todo ese conocimiento teórico, aún no soy en modo alguno competente en el arte de la medicina. Sólo llegaré a dominarlo después de mucha práctica, hasta que eventualmente los resultados de mi conocimiento teórico y los de mi práctica se fundan en uno, mi intuición, que es la esencia del dominio de cualquier arte. Pero aparte del aprendizaje de la teoría y la práctica, un tercer factor es necesario para llegar a dominar cualquier arte el dominio de ese arte debe ser un asunto de fundamental importancia, nada en el mundo debe ser más importante que el arte. Esto es válido para la música, la medicina, la carpintería y el amor. Y quizás radique ahí el motivo de que la gente de nuestra cultura, a pesar de sus evidentes fracasos, sólo en tan contadas ocasiones trata de aprender ese arte. No obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene más importancia que el amor: éxito, prestigio, dinero, poder; dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos, y muy poca a aprender el arte del amor.

Acaso sólo se consideran dignas de ser aprendidas las cosas que pueden proporcionarnos dinero o prestigio, y que el amor, que “sólo” beneficia el alma, pero que no proporciona ventajas en el sentido moderno, sea un lujo por el cual no tenemos derecho a gastar muchas energías?

Es el amor un arte - foto 3El amor no es esencialmente una relación con una persona específica; es una actitud, una orientación del carácter que determina el tipo de relación de una persona con el mundo como totalidad, no con un “objeto” amoroso. Si una persona ama sólo a otra y es indiferente al resto de sus semejantes, su amor no es amor, sino una relación simbiótica, o un egotismo ampliado. Como no comprenden que el amor es una actividad, un poder del alma, creen que lo único necesario es encontrar un “objeto” adecuado -y que después todo viene solo-. Puede compararse esa actitud con la de un hombre que quiere pintar, pero que en lugar de aprender el arte sostiene que debe esperar el objeto adecuado, y que pintará maravillosamente bien cuando lo encuentre. Si amo realmente a una persona, amo a todas las personas, amo al mundo, amo la vida. Si puedo decirle a alguien “Te amo”, debo poder decir “Amo a todos en ti, a través de ti amo al mundo, en ti me amo también a mí mismo.”

Amar es una experiencia personal que sólo podemos tener por y para nosotros mismos; en realidad, prácticamente no existe nadie que no haya tenido esa experiencia, por lo menos en una forma rudimentaria, cuando niño, adolescente o adulto

El amor es un arte.

 

El amor es un arte, que destapa las dudas, y las vuelve distintas, que toma tu cintura, para que vueles ilusamente. El amor es la dicha, de sentirte distinto, de cambiar las palabras, de mirarte de nuevo, de afuera hacia dentro. El amor es inconstante, cambiante, capaz de soltarte, envolverte o atraparte.
 
El amor es un arte, que promueve a la vida, volviéndote más instintivo, más acelerado, y a la vez, más pacífico. Cuando amas a alguien, desaparecen las arrugas del alma, por que todo se renueva en tu ser. Cuando amas a alguien, eres capaz de todo, de alcanzar las botellas, de aquel mar de dolor, y hacerlas desaparecer en un ademán, como si fueras el mago, de una historia sin fin.
 
El amor es un arte, y quiero que crezca, en todo lugar, en todo momento, en toda la gente, en todos los países, el amor es un arte, a manejar con cuidado, más no olvides que si es amor verdadero, nada tienes que temer, por que el amor verdadero, siempre, siempre, toma las decisiones acertadas.
 
“Te deseo un gran amor, y que hagas de él, tu mejor arte. Tu mejor Obra. Tu mejor camino. Tu mejor vida.” ~María Eugenia Domé

 

El amor es un arte, pero no todos son artistas.

 
 
Algunos Textos de este artículo son un Extracto del libro “El Arte de Amar” de Fromm, E.